CONDECORACIÓN

Ministerio de Educación condecora a profesor Jubilado, José Gómez Motato 

Luego de haberse acogido a la jubilación con Bonos del Estado, el prestigiado docente esmeraldeño,  José Gómez Motato recibió  la condecoración al Mérito Educativo por parte del Ministerio de Educación. El acto de reconocimiento celebrado en días pasados en Quito, fue presidido por el ministro de Educación, Augusto Espinoza en el marco de un acto especial en donde se resaltó y reconoció el aporte valioso que brindan los maestros en el desarrollo de la patria ecuatoriana. Junto a Gómez Motato también fueron homenajeados los también educadores  jubilados, Orlando Tenorio Cuero y Mirna Cervantes Coronel. 

Más de treinta años enseñando

Es de anotar que a la edad de 66 años  y luego de haber entregado gran parte de su  vida  en la formación de juventudes y haber sido actor en la capacitación de varias generaciones de profesionales esmeraldeños,  el profesor José Gómez Motato  se ha retirado del magisterio.  Gómez Motato, profesor en el colegio de Bachillerato 5 de Agosto durante 30 años y catedrático de la Universidad Técnica Luis Vargas Torres de Esmeraldas desde el 1 de Enero de 1977,  se ha despedido  definitivamente de la docencia  y la cátedra. Se  ha hecho a un costado, puesto que está convencido de haber cumplido  con vocación y mística el mandato del Estado Ecuatoriano y el juramento de rigor que realizó al momento de recibirse como  profesional docente.

Satisfecho con deber cumplido

“Me siento muy contento, satisfecho y tengo la convicción del deber cumplido, el cual se refleja cuando escucho y conozco que muchos de quienes fueron mis alumnos en las aulas, hoy se  desempeñan en cargos importantes del sector público, en el privado y otro buen tanto de mis ex alumnos, son verdaderos emprendedores, ello significa que sembré en tierra fértil, pues los resultados están a la vista” dice Pepe Gómez como le llaman cariñosamente sus amigos y quienes le estiman.  La inclinación y el amor por la docencia del maestro José Gómez y el gran interés de aportar en la capacitación de los jóvenes, no fue el resultado de una improvisación o de una circunstancia, sino que fue algo genético, pues su señora madre, doña Calima por muchos años se desempeñó como profesora municipal, labor que cumplió con amor y abnegación. (AGM)