jueves, 10 de octubre de 2013

HOSPITAL CIVIL DE ESMERALDAS

¿Tenemos el hospital que nos merecemos?

Jorge Nicolalde, estudiante del octavo ciclo de Comunicación Social de la Universidad Técnica de Esmeraldas, en su cuenta de facebook, textualmente nos revela que:” Desde que se inauguró la remodelación del Hospital Delfina Torres, en nuestra ciudad, no había tenido la oportunidad de constatar en persona el cambio que se anunció tenía la principal casa de salud de nuestra ciudad. En parte me siento contento porque mi salud me ha mantenido alejado de los hospitales, pero recientemente la salud de un familiar me llevo al lugar del que muchas quejas se han recibido y del que mucho la gente habla”.


En solo ocho horas que estuve entre emergencias y consulta externa, me pude percatar de una serie de situaciones que me llamaron la atención, y una en especial es la que generó el tema de este artículo, “tenemos el hospital que nos merecemos”


Muchos seguramente dirán que sí, que ese es el hospital que hace mucho tiempo merecíamos los esmeraldeños, claro es una infraestructura remodelada, con ventanales, pintura nueva, un estilo moderno, etc.… y aunque en la parte interna el equipamiento aun esta demorado, la imagen ha cambiado y esperamos que muy pronto todo cambie.


Pero hay cosas que no han cambiado y al parecer tomaran mucho tiempo en cambiar, eso es “nuestra gente”, si nuestra gente que con su actitud y proceder muchas veces transmite la impresión de que no estamos preparados para esa infraestructura bonita y moderna.


Mientras esperaba a que una señorita guardia me diera un turno (aunque no entiendo porque la guardia reparte los turnos, cuando ellos solo deberían encargarse de brindar seguridad), una señora que esperaba como todos, solicito un baño para su hijo de aproximadamente 10 años, uno de los guardias presentes le explico que estos estaban cerrados porque los estaban limpiando.
 

En ese momento la señora a lo muy esmeraldeño le dijo al pequeño, “vea niño sáquese su hu…. ahí y orínese en esas plantas”. El pequeño que no le quedó otra que obedecer la orden de su madre y procedió a orinar encima de las plantas que se han sembrado al ingreso del hospital por donde se encuentran unas estructuras que al parecer están destinadas a ser piletas pero que permanecen secas.


Son estas actitudes que debemos cambiar como esmeraldeños, porque podrán venir mejores obras, pero si nos comportamos como salvajitos esas obras no durarán, ya que al parecer a muchas personas les gustaba el lugar feo que se tenía anteriormente
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario