Modernización
de los puertos marítimos debe iniciar por Esmeraldas
La ampliación de los tres muelles,
el calado profundo de la dársena, ampliar el sistema de protección del rompe
olas y la adquisición de maquinaria, son las necesidades más urgentes para
dinamizar la actividad portuaria del puerto marítimo comercial de Esmeraldas.
Estos requerimientos debieron
iniciarse desde el 15 de julio de 2010, fecha en que el puerto
marítimo comercial de Esmeraldas fue revertido al Estado, luego de seis años de
concesión a cargo del Consorcio Puerto Nuevo Milenium.
El pedido de las obras emergentes,
es similar de los representantes de las siete agencias navieras que movilizan
carga de importación y exportación. Uno de ellos, Julio Zanders, de la naviera
Gustavo Zanders Cia. Ltda, comenta que los inconvenientes se presentan para el
acoderamiento de buques de hasta 200 metros de eslora.
Los dos muelles principales y el
de servicio tienen una extensión de 350 metros y la ampliación sería unos 100
metros adicionales. Al igual, repotenciar los 512 pilotes que tienen los tres
muelles.
A criterio de Luis Bravo, ex
gerente de APE, estos pilotes no han recibido protección catódica para
detener la salinidad del agua de mar. Además, los muelles necesitan las bandas
de caucho para su protección durante el acoderamiento de los buques y
reforzamiento para la movilidad de carga extra pesada.
Esta prueba se realizó en el 2010
con el desembarque del reactor y un regenerador para la Refinería de
Esmeraldas, de 230 y 700 toneladas de peso. Este año con el desembarque de los
doce motores de generación para la Termoesmeraldas Dos, con un de 134 tm cada
uno.
Mientras en el extremo norte del
rompe olas se ampliaría un muelle de 150 a 200 metros mar afuera, similar
al del puerto de Manta. Esto permitiría recibir cruceros que no arriban a
Esmeraldas desde hace cuatro años.
La dársena también requiere el
dragado profundo de 14 metros para el ingreso de barcos tipo Panamax de
carga ronda de 65.000 toneladas.
La profundidad actual es de 11
metros que aún permite el acceso de los barcos en marea baja. Pero
recomienda Zander hacer un estudio de las corrientes marinas tanto del río
Esmeraldas y el mar que confluyen para evitar a futuro más acumulación de
sedimento que se incrementa en los inviernos.
Por ello es necesario también
ampliar el rompe olas actual para evitar el gasto en dragados que anteriormente
era aproximadamente en una década, pero en la actualidad hay que realizarlo
cada dos años.
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