Orientaciones para escoger a los mejores candidatos
1) No hay que votar por aquel ciudadano(a) candidato(a) que desconoce tu realidad y que en su vida diaria ha demostrado ser indiferente e indolente ante su autodesarrollo espiritual y ante los problemas sociales de su sector, cantón y provincia.
2) No hay que votar por aquel ciudadano(a) candidato(a) que en vez de utilizar mecanismos políticos de altura como el debate de las ideas, las propuestas, utiliza la intimidación, difamación y la diatriba personal, como instrumento electoral.
3) No hay que votar por aquel ciudadano (a) candidato (a) que buscando culpable en otros de su pasado oprobioso o su mal gestión pública, se victimiza; buscando la compasión o la lastima del pueblo.
4) No hay que votar por aquel ciudadano(a) candidato(a) que no ha dado muestra fehaciente de superación profesional, tendiente a desarrollar sus capacidades técnicas y destrezas para la gestión pública. Se necesita profesionales imbuido de humildad, desprendimiento y espíritu de servicio. No profesionales llenos de títulos vacíos y déspotas que miran al otro por debajo de sus hombros.
5) No hay que votar por aquel ciudadano(a) candidato(a) que aprovechando su condición de “poder”, utiliza los fondos y bienes públicos en su proselitismo político. Que recién, en estos momentos de campaña, tratan de querer dar muestra de preocupación por la suerte de tu sector comunitario y pretenden hacerte una obrita al apuro y sin la debida planificación y transparencia.
6) No hay que votar por aquel ciudadano(a) candidato(a) que en su vida diaria, ha dado muestra de ser personas sin ideologías, camaleones políticos, sobornadores, e irrespetuosos de valores y principios sociales. Pues, ello demuestra que son personas que no tienen consistencia ideológica, que su promesa o palabra están devaluadas, que pueden ser desleales e inconsecuentes con su pueblo e incluso con sus propios compañeros de organización política.
7) No hay que votar por aquel ciudadano(a) candidato(a) que se adueña de los medios de comunicación con dinero público, como estrategia de control de los mismos y desinformación.
No hay que votar por aquel ciudadano(a) candidato(a) que aprovechando tu desempleo, necesidad de parar la “olla”, o estado de salud; con una imagen de “buena gente”, te ofrece una dádiva, o busca comprarte el voto. Aquel candidato, de hecho te está dando un indicio que va a malversar los fondos públicos para recuperar su inversión electoral. Que le importa un “comino” tu situación.-
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